Es un tratamiento tensor, rejuvenecedor del rostro. Se trata de una técnica médico-estética, también conocida como hilos mágicos o japoneses que, mediante unos filamentos estrechos, permite recuperar la firmeza de la piel y esconder los signos del paso del tiempo. Estos filamentos están compuestos por un material reabsorbible y biocompatible, la polidioxanona.
De esta forma, puede aplicarse a:
- Surcos nasogenianos y código de barras, es decir, las arrugas que aparecen en el contorno de nuestra boca.
- Mejillas
- Arco mandibular
- Papada
- Cuello
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